Pautas alimentarias y hábitos que reducen las náuseas
Alimentación
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Lo más indicado es hacer varias comidas al día y en pequeñas porciones con el fin de facilitar la digestión.
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Para las mujeres que sufren náuseas matutinas, es efectivo tomar antes de levantarse de la cama hidratos de carbono, como galletas, tostadas o cereales, y reposar durante 15 minutos después de la ingesta.
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Consumir abundantes frutas y verduras, proteínas e hidratos de carbono, y evitar los alimentos con alto contenido en grasa, que hacen la digestión más lenta y provocan pesadez.
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Evitar tomar los alimentos muy calientes: son preferibles las comidas frías o templadas.
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Comer despacio y masticar muy bien los alimentos para facilitar la digestión.
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Cuando las náuseas se producen siempre a la misma hora, es preciso ajustar los horarios de las comidas para que no coincidan.
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Si algún alimento provoca náuseas o vómitos de forma repetida, será preciso excluirlo de forma radical de la dieta, e incorporarlo en pequeñas cantidades cuando se empiece a mejorar.
Bebidas
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Procurar no beber durante las comidas, mejor antes o después de estas.
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Evitar las bebidas con gas, alcohol o cafeína, y los zumos muy ácidos.
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Tomar bebidas frías o a temperatura ambiente.
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Si se vomita, reponer el líquido perdido poco a poco y beber pequeñas cantidades.
Hábitos cotidianos
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Procurar no exponerse a olores fuertes y desagradables, tanto de alimentos como de perfumes, pintura, etc., que puedan provocar las náuseas.
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No consumir tabaco ni frecuentar ambientes donde se fume.
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Usar ropa holgada para no oprimir el estómago.
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No lavarse los dientes justo después de comer.
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Mantener una buena postura corporal.
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No recostarse justo después de comer: es preferible descansar recostada, sin tomar una posición totalmente horizontal.
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